Evaluaciones
Last updated
Was this helpful?
Last updated
Was this helpful?
Las evaluaciones que llevamos a cabo en Kaleide tienen como objetivo beneficiar a los niños y niñas, permitir al equipo pedagógico adaptarse mejor a las necesidades de estos, y transmitir a las familias y a la sociedad lo que hacemos en la escuela. Ponemos todo nuestro empeño en crear relaciones basadas en la confianza y la autenticidad, en conocer bien a cada participante, y comprender sus circunstancias vitales. Por eso, nuestra evaluación es continua, orientada al proceso, e incorpora todas las dimensiones (emocional, física, cognitiva, social y moral) del aprendizaje y del bienestar.
Cada niño o niña es diferente y debe poder desarrollarse a su propio ritmo. Nuestro enfoque educativo se aparta de la competitividad, y evita los premios y los castigos. Favorecemos el desarrollo de la motivación intrínseca, que es la semilla del aprendizaje. Nuestras actividades son casi siempre abiertas, cooperativas, y promueven la exploración y el pensamiento creativo. Por eso, más que recurrir a las notas y los exámenes, empleamos evaluaciones formativas, que forman parte del proceso de aprendizaje y se basan en la observación y la documentación. Creemos firmemente que una conversación con un niño o niña, y la observación directa de su experiencia en la escuela, puede aportarnos mucha más información que ningún test.
Vamos a emplear diferentes formas de evaluación, en función de la edad de cada participante, y de las actividades en que participe de forma habitual, a fin de tener una perspectiva lo más amplia posible e integrar la evaluación en el día a día de la escuela:
Entendemos el aprendizaje como un proceso que está siempre mediado por el bienestar emocional de las criaturas y que puede evaluarse en función de la implicación de un niño o niña en su aprendizaje (sobre todo cuando se trata de actividades que él o ella ha elegido). Estos dos indicadores interdependientes (el bienestar emocional y la implicación en una tarea) son los que toma en consideración la escala Leuven desarrollada por el profesor Ferre Laevers en Holanda.
Cuando hay una falta de bienestar emocional o de implicación es probable que el desarrollo de una criatura se vea perjudicado (tanto a nivel social/emocional como en relación con otras áreas de desarrollo). Cuanto mayor es el nivel de bienestar e implicación, más se contribuye al desarrollo del niño o niña.
Tras la evaluación, las facilitadoras pueden diseñar diferentes intervenciones, como reestructurar los espacios de aprendizaje y su contenido, modificar las actividades y materiales ofrecidos, apoyar la iniciativa de las criaturas, contribuir a las relaciones, y permitir a las participantes explorar su comportamiento, sus emociones, sus relaciones y sus valores. También se recomiendan intervenciones (por ejemplo de descarga física) en relación con los participantes que tengan dificultades socio-emocionales.
Las facilitadoras van a poder observar el desarrollo de cada criatura a lo largo del día en diversos contextos de aprendizaje e interacciones, tanto dentro como fuera de la escuela: durante el juego libre, en proyectos, en conversaciones y en tareas individuales autodirigidas. Inspiradas por la filosofía de Reggio Emilia, las facilitadoras llevarán cámaras y cuadernos de forma habitual, y se basarán en diferentes fuentes de información para evaluar las fortalezas y las necesidades de cada participante, y proporcionarles "provocaciones" que les lleven a hacerse preguntas y buscar respuestas. Esta documentación que vamos a ir recogiendo es individualizada, muy detallada, y abarca el bienestar cognitivo, emocional, físico, social y moral.
La documentación que recogen las facilitadoras puede incluir una selección de trabajos elegidos por el niño o niña, fotos, transcripciones de conversaciones, y comentarios de las propias participantes, así como de sus familias.
Dentro de los proyectos, nuestra evaluación tiene como objetivo incorporar a los participantes en el proceso y evaluar:
el aprendizaje y la integración de conceptos, habilidades e ideas;
el desarrollo emocional y social, y las habilidades de comunicación en relación con el trabajo en equipo;
la forma en que, como educadoras, hemos facilitado este aprendizaje y cómo podemos mejorar;
en qué medida el proyecto ha sido útil a la hora de contribuir a nuestros conocimientos y a nuestras habilidades sociales;
la utilidad del proyecto desde una perspectiva comunitaria.
Tenemos en cuenta el proceso y también el producto final de cada proyecto, y se incorporan las ideas de los participantes, sus recuerdos y sus sentimientos, junto con las observaciones de las facilitadoras.
Entendemos la evaluación como una oportunidad para reflexionar, para parar y valorar lo que hemos aprendido, para pensar cómo podemos mejorar nuestras habilidades y dirigir mejor nuestras acciones hacia los objetivos que nos hemos planteado.
La auto-evaluación hace partícipes a los niños y niñas de la valoración de sus logros y de los resultados de su aprendizaje, y es una herramienta que facilita la predisposición al aprendizaje, la capacidad de reflexión y la confianza.
Cada año, llevamos a cabo una revisión en profundidad de un aspecto de la lectoescritura o la aritmética, así como de otra área del plan de estudios. También revisamos nuestras relaciones con los niños y sus familias, y nuestras conexiones con la comunidad en general.
Como escuela internacional, el proceso de acreditación con NEASC (New England Association of Schools and Colleges) incluye una fase de autoevaluación formal de la escuela. Los resultados estarán disponibles siempre para las familias interesadas.