Clases formales

Aunque las clases formales no son nuestra estrategia predilecta, queremos tener la flexibilidad de adaptarnos a las necesidades y preferencias de las participantes en todo momento. El equipo pedagógico podrá ofrecer clases más tradicionales centradas en materias específicas siempre que alguno de los participantes, o un grupo, quiera concentrarse en habilidades específicas y practicarlas bajo la supervisión de una persona adulta.

Las clases formales también nos parecen útiles como una medida de transición, para aquellas participantes que no estén acostumbradas a hacer elecciones y tomar decisiones con autonomía, o que por su experiencia previa hayan desarrollado una actitud de rechazo hacia el conocimiento académico. El papel de las facilitadoras en ese caso es vital para nutrir la autoestima de un niño o niña y poder ayudarle a establecer una relación basada en la autenticidad y la confianza con una persona adulta que no va a juzgarle, compararle con otros niños, o imponerle expectativas ajenas.